Comienza el frío de la ciudad, ya se ven las chimeneas humeando y a la gente más áspera si cabe... sólo queda resignarse y esperar que el sol vuenva cuanto antes.
Pero CubeBoy no quiere eso... el es feliz en su congelador, con sus iguales, sus cubos, esas formas frías e inhertes, que a veces, para su imaginación, cobran vida...
Pero CubeBoy no quiere eso... el es feliz en su congelador, con sus iguales, sus cubos, esas formas frías e inhertes, que a veces, para su imaginación, cobran vida...
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